Por: Nazario Castrillo Niebles. Coach Personal y Formador Empresarial.
¿Estás pasando un momento de dificultad económica? ¿No sabes que hacer para salir de esa dificultad? El viejo refrán popular dice: “No hay mal, que por bien no venga” y hay otro que dice: “Al mal tiempo, buena cara” pues ambos tienen mucha razón. Lee con detenimiento las pautas que te doy en este artículo, para que conviertas tus momentos de crisis en grandes oportunidades de negocios.
Deja de victimizarte: Ya no asumas ese papel de víctima. Deja ya de preguntarte ¿por qué a mí? ¿Qué hice yo para merecer esto?
La vida misma nos incómoda muchas veces para sacarnos de la zona de comodidad en la que estamos. Se cumple la premisa que dice: Si tú no cambias por ti mismo; la vida se encargará de cambiarte.
Diferénciate de los demás con tu actitud: Ten siempre una actitud y un lenguaje positivo. Nunca pienses ni hables en negativo, ni mucho menos caigas en el juego de los demás de andar quejándose por todo. No te dejes “contagiar” del pesimismo colectivo que te rodea, por el contrario; mantén tu mente “inmune” usando como “vacunas” el pensamiento y una declaración positiva.
Acércate a Dios: La Palabra de Dios está llena de promesas y de consejos que te ayudaran en todas las crisis que enfrentes a lo largo de tu vida. Memoriza algunos versículos claves y repítelos varias veces al día. Recuerda, que las palabras tienen poder; y lo que hablamos, eso mismo atraemos. Así que, si tu repites las promesas de Dios, éstas vendrán a ti y se harán realidad en tu vida.
Cree en ti mismo: En épocas de crisis económicas, es muy común entrar en periodos de baja autoestima o de poca confianza en sí mismo. Has una lista con tus cualidades, fortalezas, virtudes y talentos. Pídele ayuda a tu pareja, hijos o padres, para que te ayuden a que esa lista sea lo más completa posible. Te sorprenderás de todos los talentos que tienes.
Traza un buen plan: Las crisis sacan a la luz una serie de necesidades que se pueden convertir en grandes oportunidades de negocios. Una vez las identifiques, traza un buen plan para que las capitalices. Sé muy concreto y “aterrizado” a la hora de elaborarlo, el mucho análisis produce parálisis.
Despójate de las creencias limitantes: Tira por la borda todo lo que te frena. No tienes nada que perder, pero si mucho que ganar. Echa a un lado los miedos, la pena, “el qué dirán”. Ahora, quien importa eres tú, los demás que piensen lo que quieran pensar.
Crea un producto mínimamente viable: Diseña un prototipo de un producto o un servicio, y ponlo en consideración de tus potenciales clientes, recoge opiniones de ellos y hazle los respectivos ajustes. No esperes a que sea “perfecto” para que inicies su proceso de comercialización, en la medida en que lo vendas lo iras perfeccionando.
Segmenta tus clientes: Has una lista de los clientes ideales y/o potenciales a quien consideres que tu producto o servicio les pueda solucionar una necesidad especifica que ellos tienen. Elabora una ruta para que los visites o una lista de teléfono para que los contactes.
Lánzate al ruedo: Una vez hayas hecho los pasos anteriores, viene el paso más importante de todos. Salir a vender tu producto o servicio. Elabora un “pitch de ventas” que no es más que un guion donde aparece los beneficios que tu producto ofrece, vístete adecuadamente, y sal a la calle, sal a cazar “leones”, a pescar “grandes ballenas” te sorprenderás de lo que sucederá.
Como puedes apreciar, las crisis son oportunidades disfrazadas de dificultad. Lo mejor de tu vida está por venir, tu mejor tiempo está por comenzar, que nada te detenga, tu pasión es más grande que cualquier obstáculo, tus fuerzas son comparadas con las de búfalo, así que a cambiar de forma definitiva tu presente y tu futuro.
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